Published On:miércoles, 15 de marzo de 2017
Publicado por Redacción
Representantes populares o representantes de partido
Si bien es cierto que son los partidos políticos los que
proponen e impulsan a sus mejores cuadros para que lleguen al poder Ejecutivo o
a una representación popular, ya en el
cargo, éstos deben de atender a toda la población por igual, no solamente a los
militantes y simpatizantes de sus respectivos institutos políticos.
En el caso de los representantes populares, como su
nombre lo indica, representan a toda la población no solo a quienes votaron por
ellos puesto que el presupuesto del que provienen sus salarios, es dinero de
todos los contribuyentes, llámese municipio, estado o país, según sean
regidores, diputados locales, diputados federales o senadores, respectivamente.
Desafortunadamente pocos entienden, y menos actúan como
verdaderos representantes populares, pues la mayoría privilegia los intereses
de partido, grupo político o personal, olvidándose de velar por los derechos de
la ciudadanía, la que queda en la orfandad en todos los sentidos, pues no se
hace lo que se debe en su beneficio.
Para defender los intereses de sus respetivos partidos
políticos (la mayoría de éstos con fines
oscuros y mezquinos) es por lo que
quienes debieran de representarnos a todos se conforman en las famosas fracciones parlamentarias de diputados
locales, diputados federales y/o senadores…situación que se reproduce con los
regidores en los municipios, llegándose el caso de la ridiculez de que un
senador, diputado o regidor, se declaren como “fracción parlamentaria”.
En este contexto, los representantes populares que no
actúan como tales al conformar su fracción parlamentaria, cuando son del
partido gobernante, se vuelven caja de resonancia de lo que dice el alcalde,
gobernador o presidente de la república y defensores a ultranza de sus acciones
aunque éstas sean en contra del pueblo, en lugar de analizar lo que le conviene
a la mayoría para respaldar rechazar lo
que perjudique a la colectividad.
Por su parte, quienes son de los partidos de enfrente, en
su bancada partidista en lugar de analizar las propuestas de gobierno para ver
cuáles pueden ser de beneficio a la ciudadanía en su conjunto, se vuelven opositores sistemáticos diciendo no a todo,
incluso, poniéndoles zancadillas al gobernante para que falle y con ello llevar
agua a su molino, olvidándose que con ello, el más perjudicado es el propio
pueblo.
Sería positivo para el interés común, es decir, de la
colectividad, que al asumir su respectiva curul, los legisladores entiendan que
son representantes populares y por consiguiente su responsabilidad es con la
sociedad en su conjunto, no con su partido, credo o ideología política, porque reiteramos, sus salarios
(malamente llamadas dietas) provienen del impuesto de la población en general
no de un solo sector. Cuando esto sea así, habremos dado un paso más en nuestra
incipiente democracia.