Chilpancingo, Gro. 23 de Marzo del 2017.- Al menos 96 maestros que concursaron para ascender a supervisores, a través del examen de oposición en 2015, siguen sin recibir sus nombramientos, y temen perder la idoneidad, o que las claves sean asignadas a personas allegadas a funcionarios.

Este jueves, representantes de las ocho regiones en que se divide el sector educativo, acudieron nuevamente al Palacio de Gobierno, en busca de una respuesta por parte de las autoridades, sin embargo, ninguna autoridad con capacidad de resolver los recibió.

Los docentes refirieron que acudieron incluso a la Ciudad de México, al Servicio Profesional Docente, para conocer su situación, y se encontraron con que el recurso ya fue destinado, y las claves ya deberían haber sido entregadas hace más de un año.

Entrevistados por varios medios de comunicación, los maestros Roberto Gamboa de la Cruz, José Antonio Guzmán Guerrero y Natividad Muñoz López, dijeron temer que estas claves, estén siendo asignadas a modo de los funcionarios estatales, y que los recursos estén siendo desviados para otros fines, como suele ocurrir en estas áreas.

A fin de no perder el espacio que ganaron al aprobar el examen, fueron comisionados como supervisores, pero sin claves presupuestales y ganando el mismo salario, por lo que para realizar sus actividades han tenido que poner recursos propios.

Criticaron, la actuación de las autoridades educativas, pues a causa de su mala administración, la reforma educativa no se ha consolidado, no avanza y está condenada a fracasar.

Los inconformes, forman parte de la primera etapa de evaluación que se llevó a cabo en el Puerto de Acapulco en medio de una serie de protestas, y de acuerdo con los nuevos lineamientos en el sector educativo, inmediatamente luego de aprobar el examen, obtendrían sus claves, pero no fue así.

Durante estos dos años, dijeron, su movimiento ha sido pacífico, y han buscado solución a través del diálogo y agotando los cauces legales, pero en vista de la cerrazón que han encontrado, se verán obligados a movilizarse, para presionar a las autoridades.

Tuvieron conocimiento que a finales del año pasado había 800 plazas vacantes, por jubilaciones y defunciones, y creyeron que de esas plazas serían beneficiados, pero no ocurrió y tuvieron que acudir nuevamente a exigir respuestas. (Agencia Periodística de Investigación)