Published On:domingo, 19 de marzo de 2017
Publicado por Redacción
Editorial
Prevención
Aunque muchos opinen lo contrario, en nuestro país se ha
avanzado mucho en cuestión de salud pública, remarcándose constantemente que la
medicina preventiva es la mejor herramienta que permite proyectar una cultura
saludable en el ser humano y así incrementar la calidad de vida y la
optimización de los servicios médicos.
Por nuestro quehacer periodístico lo mismo hemos estado
en conferencias sobre salud, inauguraciones de hospitales o el anuncio de
nuevos programas, así como en el centro de la ciudad, colonias populares y
comunidades, dándonos cuenta que la mayoría no aplica la medicina preventiva,
olvidándose de la recomendación de los médicos en el sentido de que llevar una
vida saludable es con el propósito de prevenir enfermedades, toda vez que un
gran índice de padecimientos y sus complicaciones son prevenibles.
Entre las enfermedades prevenibles se encuentran: La
diabetes, hipertensión, el estado de obesidad mórbida, infecciones de
transmisión sexual (gonorrea, sífilis, VIH-sida), infecciones en heridas
abiertas, quemaduras, complicación de enfermedades respiratorias (neumonía,
bronconeumonía, rinitis...), ingresos por accidentes (traumatismos craneales,
fracturas, dislocaciones, perforaciones...), entre otras.
Para tener una cultura saludable es necesario contar con
todas la vacunas correspondientes del esquema nacional de salud, pues el 95 por
ciento de las enfermedades son prevenibles en niños menores de cinco años por
medio de la vacunación. Asimismo debemos alimentarnos adecuadamente a través de
una nutrición balanceada, la cual evitará la obesidad y la desnutrición. Se
debe realizar ejercicio, ya que la actividad física aumenta el nivel de
circulación en la sangre, desecha toxinas y reduce el estrés. Mantenerse
hidratado, pues el agua es un elemento natural que permite el funcionamiento
adecuado de los órganos del cuerpo, así mismo permite al organismo la absorción
de los nutrientes en los alimentos.
De igual manera, se debe de mantener una higiene tanto
del hogar como en el individuo; se recomienda lavarse las manos (antes de
comer, después de ir al baño y al preparar alimentos), lavar alimentos, bañarse
diariamente (sin excepción del clima o edad), mantener limpias las uñas, lavar
ropa de cama y cortinas, en caso de tener alfombra o tapates, lavarlos y
aspirarlos de manera constante.
Desafortunadamente la mayoría de la gente no hace caso,
por lo que vemos colonias sucias, andadores llenos de cacharros donde se crían
larvas de vectores o basura que son focos de infección. Es tiempo de que todos
hagamos algo por nuestro entorno para mantenerlo limpio, ya que es parte de la
prevención de las enfermedades. No esperemos que todo lo resuelva la autoridad,
tenemos manos para barrer y tirar la basura, es por nuestro bien y el de
nuestras familias.