Published On:miércoles, 15 de marzo de 2017
Publicado por Redacción
El voyerista
*¿La cultura del chantaje?
Por Alfredo Guzmán
Ayer escribía sobre una imagen donde aparecen varias
personas portando una manta y bloqueando calles. En la manta se leía una frase
que establecía un reclamo, éste reclamo relacionado con la reconstrucción de
una escuela en Chilpancingo, capital del estado de Guerrero.
Pregunté ¿La cultura del chantaje?
Y evidentemente muchos Perredistas y Morenistas, antes
perredistas que ahora, unos, los primeros perdieron el poder y su presencia
pierde vigencia política por sus excesos y los segundos, que suponen que el
Ayatola, Andrés Manuel López Obrador, los volverá a meter a una especie de
éxtasis político electoral, y sacarlos del marasmo en que los metió Zeferino
Torreblanca Galindo, primero y luego Ángel Heladio Aguirre Rivero después, se
molestaron.
Hay quien supone que el hambre es el hambre. Y no
necesariamente de justicia social.
El caso es que yo inocentemente o no, buscaba respuestas.
Y recibí ataques, porque quienes reclamaron, decían que no hay chantaje en el
reclamo de una escuela.
Pero es evidente que el chantaje inicia al utilizar niños
en su marcha, plantón o lo que sea.
Podemos estar de acuerdo, en que la construcción,
remodelación o reconstrucción de una escuela es necesario. Pero cuando
utilizamos a los niños en la acción, pervertimos todo.
Pero también, si todos los que reclaman un servicio,
salimos por ejemplo, los que no tienen agua en Chilpancingo, luego de que los
anteriores gobiernos, estatales y municipales, no hicieron lo que tenían que
hacer y se gastaron o robaron el dinero de las obras, saliéramos a protestar.
Simplemente no habría forma de pararnos y la ciudad de suyo caótica, se
volvería un infierno.
Uno de mis lectores concluía: “De hecho el gobierno de
Heladio tendría que haber dado solución.”
Por supuesto que así es. La construcción, remodelación y
reconstrucción de escuelas derivadas del desgaste natural, pero principalmente
por los estragos de Ingrid y Manuel, fue en el periodo de Ángel Heladio Aguirre
Rivero. Y ahí recibió miles de pesos para ello. ¿Y dónde está el dinero?
Creo que todos tenemos derechos y obligaciones. Nunca me
opondría a que se limite la protesta. Es un derecho constitucional. Sólo que se
canalice correctamente y afectando lo menos posible a los ciudadanos. O sea, de
manera constructiva, no destructiva.
Ayer de manera estratégica hubo tres bloqueos, uno en
todo el trébol de Aurrerá, donde unos 100 maestros utilizando estudiantes,
reclamaban la reconstrucción de una escuela. Otros, se apostaron en todo el
Centro de la ciudad y los otros bloqueaban la avenida que conduce al mercado.
El caos total, pues.
Lo anterior, deduzco sin duda es el inicio de una campaña
política que busca más allá, hacer suponer que sólo López Obrador, aquél al que
ayer le recordaron los padres de los 43 que dónde estaban sus amigos José Luis
Abarca, el de Iguala y Ángel Heladio Aguirre Rivero, ex gobernador de Guerrero,
y se enojó, al grado de gritarle a uno de los padres, que era un provocador. O
sea, López Obrador, recibió una taza de su propio chocolate. Un provocador, fue
provocado.
Pero el tema inicial es si es un chantaje o no, utilizar
a niños en sus protestas. Los profesores, quieren curarse en salud y convocaron
a supuestos padres de los niños.
Lo real, es que no es ético utilizar a los niños para que
el magisterio reclame nada. Pero además, puede ser un delito, luego de que se
violan sus derechos por ser un sector vulnerable a manipulación.
Habrá quien piense diferente y eso no cambia nada,
simplemente hace ver que la unidad de criterios, es complicado. Pero, lo
repito, utilizar niños en cualquier reclamo, es un chantaje ruin.