Published On:domingo, 19 de marzo de 2017
Publicado por Redacción
Manuel S. Leyva: El vuelo majestuoso de una pluma universal
*Escribir poesía es el privilegio más elevado del pensamiento
Por Roberto Ventura
Chilpancingo, Gro. Experimentado literato y hombre
cosmopolita de amplia trayectoria poética, lo es el bardo guer
rerense Manuel S.
Leyva Martínez. Dueño de una pluma sabia y docta que vuela majestuosa hacia el
parnaso universal. Ha sido merecedor indiscutible de los laureles otorgados en el
estado de Guerrero, México y diversos países del mundo, quienes le han
reconocido la fina costura de sus poemas, cuentos y novelas, que poco a poco se
han ido arraigando en el gusto de sus lectores. Los éxitos literarios del sabio
“bardo” chilpancinguense, nacido un 15 de enero de 1930, no son casuales, su
vistosa e inspirada escritura la ha venido desarrollando desde la edad de los
trece años.
Su considerable labor como poeta y periodista no tienen
discusión, es conocida y reconocida por sus pares. Por esta razón sus lectores
y autoridades no le han regateado mérito y mucho menos reconocimiento. Hace
poco, el poeta arcelense Salvador Albarrán, anunció la publicación del libro
“Camino a Tierra Caliente: Antología poética regional”, como un homenaje de la
comunidad cultural calentana radicada en la región centro del estado de
Guerrero al maestro Leyva Martínez. Texto que reunirá una buena parte de su
poesía dedicada a la región de Tierra Caliente.
En entrevista para este medio, Manuel S. Leyva Martínez
señaló que escribir poesía es el privilegio más elevado del pensamiento y hacer
buena poesía es el resultado del estudio y la perseverancia con el adorno de la
inspiración. “Un poeta es propietario del arte literario en sus distintas
vertientes, por lo que el manejo de la prosa, condimento sustancial de la
novela y el teatro, no le son prohibitivos.”
- ¿Quién o quiénes son sus poetas favoritos, sea
guerrerense, mexicano y extranjero?
- Confieso que la pregunta es problemática, joven
periodista Ventura Pérez, porque si yo fuera un lector joven serían pocos los
poetas favoritos, pero he llegado a la cuarta edad y he recorrido un amplio
universo literario, quedando convencido de que existen poetas de naciones
asiáticas y europeas muy inspirados en su idioma y mal interpretados en la
traducción a la lengua española, cuya riqueza en adjetivos, neologismos y
metáforas, no tienen el Ruso, Indú, Japonés, Arameo, Chino y, conste que la
poesía oriental es el nacimiento del verso sintetizado en el hai kú y el tanka,
lo mismo sucede incluso con el Inglés, Francés, Griego, Alemán, etc.- Lo que si
puedo decir que me agradan: Manuel M. Reynoso y Juan García Jiménez
(guerrerenses) Salvador Díaz Mirón y Carlos Pellicer (mexicanos) Federico
García Lorca y Gabriela Mistral (extranjeros).
- ¿Qué es lo que más le inspira para hacer su trabajo?
- El amor en todas sus manifestaciones espirituales y
materiales, porque el amor es el equilibrio perfecto y la aspiración íntima del
ser humano. Gracias por darme la oportunidad de referirme a mi quinto libro
antológico “Sendero Intemporal” que en su primera parte está una veintena de
poemas premiados en Juegos Florales y en la parte central figuran cincuenta y
cinco sonetos de amor conyugal dedicados a mi esposa Raquel, que escribo cada
año con motivo de cumplir nuestro aniversario de bodas. En el difícil arte
lírico del Soneto está escrita la historia de 65 años de amantísimo matrimonio.
- ¿Qué le falta conseguir en lo personal?
- Convencer a quienes detentan el cargo de gobernadores,
la obligación de incrementar el arte y la cultura de Guerrero, que olviden la
absurda costumbre de nombrar funcionarios de la Secretaría de Cultura, a
recomendados por influencia política, a desconocidos favoritos o a familiares
consentidos. A sólo tres mandatarios les reconozco personal inclinación
cultural: Don Alejandro Gómez Maganda, en primer lugar, Lic. Alejandro
Cervantes Delgado y Lic. José Francisco Ruíz Massieu, quienes heredaron
importantes ediciones del prolífico e inagotable parnaso guerrerense.
- Dicen que para escribir sobre algo a alguien, es
necesario vivir la experiencia, ¿Cómo ha vivido usted Tierra Caliente?
- No le llamaría experiencia, si acaso fue conocencia
(como dicen en Tierra Calor). Estudiaba en el Colegio del Estado donde eran mis
condiscípulos Félix Manuel y su hermana Esther, Villela Hernández, a quienes
prefería por el cordial timbre de su voz y su fraternidad contagiosa. Mi tocayo
Manuel, como entusiasta pinto, me pintaba los atractivos sui géneris del
caudaloso Río Balsas, de la planicie bañada de sol, del son y el gusto con la
tamborita de Juan Reynoso, de los uchepos y toqueres, de la guanancha y el
Chuperio, de las preciosas guachas y demás excelencias de Pungarabato. Poco
antes de llegar las vacaciones del Colegio del Estado en 1945, se presentó la
oportunidad de sostener un encuentro de futbol entre el equipo “Escuadra Roja”
y un combinado de Pungarabato y Coyuca de Catalán, el viaje fue una impresionante
odisea desde Iguala sobre la estrecha carretera de terracería, así conocí la
Tierra Caliente.- Desde ese entonces se consolidó el compañerismo y creció la
amistad con Manuel Villela, enlazando afectos con muchos calentanos que aún
conservo intactos, aun cuando muchos se me han adelantado en el viaje al más
allá.
- ¿Qué personaje de Tierra Caliente lo ha atrapado?
- No es un personaje el que me haya atrapado, para mí,
todas y todos los calentanos son auténticos personajes. Tendría que seleccionar
por meses y por años algunos nombres pero no me arriesgo a imperdonables
olvidos, sin embargo considero personajes de mi amistad a Ezequiel Padilla,
Carlos Román Célis, Manuel M. Reynoso, Stella Inda, Celedonio Serrano, Nicolás
Wences García, Beto Bermúdez, Bulmaro y Carlos Tapia Terán, Salvador
Santamaría, Víctor Manuel Guzmán Negrete, Alberto Maldonado, Víctor Nerviño,
Pedro Huerta Castillo, “El Chalate”, Mario Lasso, Bolívar Gaona, (todos
fallecidos). De los que están vivos, tengo una nómina interminable.
- ¿Hay algún poeta calentano que le haya impactado?
- No es uno, son varios por su originalidad en el tema,
catalogarlos o diferenciarlos no es de mi agrado por aquello de que todas las
comparaciones son odiosas y cada poeta tiene su época de creatividad. Sobre que
algún calentano me haya impactado, creo que fue condición de mi época juvenil.
En 1951 siendo funcionario del Ayuntamiento de Petatlán, arribó el reconocido
periodista calentano Don Desiderio Borja, Director de la Revista “Coyuca” para
hacer un reportaje el santo milagroso, Padre Jesús de Petatlán. Yo era
corresponsal del Diario “Trópico” de Acapulco y como colega le acompañé a la
iglesia para conectarlo con el Padre Goyito, después fuimos a una cevichería
ubicada en el jardín y cada momento en que escuchaba su erudición y arraigo
sobre su predilecta Tierra Caliente, era un impacto emotivo, porque me repetía
con detalle la leyenda y tradiciones de la raza tarasca, confirmando con
autoridad magistral lo que había conocido en labios de mi condiscípulo Villela
Hernández. Sin duda alguna, las versiones fidedignas de Don Desiderio Borja,
motivaron el florecimiento de mi creciente admiración por la región de Tierra
Caliente.
- Con toda la remembranza anterior y mi desempeño como
Secretario Particular del Gobernador y notable escritor y poeta Don Alejandro
Gómez Maganda, en cuyo gobierno proliferó la familia calentana en Chilpancingo,
pienso que tuvo influencia definitiva para admirar más la región de Tierra
Caliente, ya que se incorporaron como funcionarios, diputados, lideres,
magistrados, recaudadores, jueces y en las demás áreas administrativas,
calentanos de pura cepa, derrochando su cordialidad como los hermanos Tapia
Terán, los hermanos Nájera Gómez Caña, los hermanos Wences García, los Damián
Bermúdez, los Vergara Rayo y otros más. Me hice amigo de Don Mario Lasso,
Ernesto Domínguez Pichardo, Rafael Jaimes, etc., y como fui invitado a algunas
reuniones y fiestas, pude darme cuenta de que hijos y servidumbre invadían
Chilpancingo, trasladando sus costumbres y su tradicional y abierta hermandad
calentana, lo que me permitió mayor conocimiento de su región y más acopio de
estos sucesos, así como mis recorridos en campaña política por los nueve
municipios, que influyeron para inspirarme en “Camino a Tierra Caliente”.
El maestro Manuel S. Leyva, concluye diciendo que la
poesía escrita a la región calentana ha sido inspirada por su tesoro étnico e
iconográfico, entre los cuales están sus preferidos por inspirarle versos que
tienen un exclusivo sitio en su archivo antológico como Manuel M. Reynoso,
Carlos Román Célis, Salvador Albarrán Salgado, Juan Reynoso y Adán Flores
Jiménez.