Published On:martes, 11 de abril de 2017
Publicado por Redacción
Obispo pactó "tregua" con Astudillo; le duele la verdad, señala
*Llama a católicos a recuperar espacios que ha arrebatado la delincuencia
Bernardo Torres/API
Chilpancingo, Gro. 09 de Abril del 2017.- Las
declaraciones sobre presuntos vínculos entre gobierno y delincuencia, son sólo
la verdad que políticos no están preparados para aceptar, dijo el Obispo
Salvador Rangel, sobre la "tregua" pactada con el gobernador, Héctor
Astudillo Flores.
"Yo ya hablé que no iba a declarar más sobre ese
asunto, porque les dolió, les pegué en la espinilla, entonces yo voy a respetar
esta tregua, tenemos que buscar la paz, la concordia, el entendimiento y con
esas declaraciones, aunque se dijo la verdad, pero muchos políticos no están
para aceptarlas", sentenció.
El Obispo adelantó que a pesar de la crisis de seguridad
que se vive en el Estado, no se suspenderán ni modificarán las celebraciones
religiosas esta Semana Santa; al contrario, "es una oportunidad de
acercarnos más a Dios".
"Les eh dicho muchas veces que la ciudadanía se debe
empoderar, porqué entre más se encierre la gente, los ciudadanos se le está
dando libertad a estas personas, entonces mi exhortación es que vivamos todo
con normalidad", expuso.
Reconoció que los guerrerenses tienen un gran espíritu de
lucha, que a pesar de la situación de violencia que se vive a diario, participa
en las celebraciones y hoy abarrotaron las calles, la plaza cívica "Primer
Congreso de Anáhuac" y las Iglesias.
Salvador Rangel reveló que se reunió con el Gobernador,
Héctor Astudillo Flores, con quien pactó una tregua tras haber señalado en
varias ocasiones nexos de miembros de su gobierno y otros actores de la
política guerrerense con grupos de la delincuencia organizada.
"Hay tiempos en los que se debe callar, la bola de
nieve estaba creciendo, los ánimos se estaban encrispando y yo lo que busco es
paz, concordia, no pelearnos un grupo contra otro, porque yo no quiero tener
enemigos, mucho menos como iglesia", dijo.
Sin embargo, no cesó en señalar que se tocaron grandes
verdades por las que atraviesa el sistema político, de corrupción e impunidad y
desde luego la falta de oportunidades.
Consultado sobre los niveles de violencia y confrontación
entre grupos criminales que no para, dijo: "son ojos ciegos que no quieren
ver, oídos sordos que no quieren oír".
Sobre el llamado de organizaciones sociales y colectivos,
que lo instaron a utilizar su relación o acercamiento con los cabecillas de las
células delictivas, para obtener información acerca de personas desaparecidas,
dijo estar en "toda" la disposición de ayudar.
Llamó a la comunidad católica a vivir la celebración de
la Semana Santa o Semana Grande. "Es un momento en que debemos fortalecer
la fe y la de nuestras familias". (Agencia Periodística de Investigación)